viernes, 26 de septiembre de 2014

Disfruta mientras vivas, vive mientras puedas

Es cuando menos te lo esperas cuando suceden hechos que te alegran el día, la semana y el mes. 
Es cuando menos te lo esperas cuando llega ese algo (o ese alguien) que saca tu mejor y más tonta sonrisa, y el simple hecho de recordarlo ya hace que esa sonrisa se mantenga implacable en tu rostro. 
Porque quizás no signifique nada, pero para mí lo significa todo. 
Y es probable que me hayan mirado de forma extraña cuando caminaba por la calle con mi sonrisa puesta, pero no me importa, porque nada ni nadie va a hacer que desaparezca. Y es raro ver a alguien feliz en los tiempos que corren, pero ¿por qué no sonreír por cualquier tontería e intentar contagiar nuestra felicidad al resto de personas que nos rodean?
¿Por qué no dar importancia a los pequeños detalles cuando pueden alegrar un poquito nuestra mañana, tarde o noche?
La vida puede llegar a ser sorprendente y maravillosa si apreciamos dichos pequeños detalles. 

Hoy quiero gritar a los cuatro vientos que, al menos por un momento, me siento realmente bien. Y no va a faltar un poquito de ñoñería en esta entrada (como cabía esperar), porque he de decir que también me gustaría gritar a los cuatro vientos que lo quiero, que lo necesito, y que él hace de la vida un sitio un poquito mejor. Me gustaría que él sintiera algo parecido por mí y me gustaría poder decirle todo esto. Y es irónico, porque no soy capaz de articular apenas un par de palabras cuando estoy con él, y solo puedo sonreír ante su sonrisa, mientras mi mente grita todo lo que mi boca no sería capaz de pronunciar. 

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Una sociedad sin futuro

Hoy no voy a hablar de amor y he de decir que no estoy muy inspirada pero traigo algo sobre lo que reflexionar: Nuestra sociedad. 

¿Qué podemos decir de la sociedad en la que vivimos?
Sinceramente, estoy cansada de vivir en una sociedad donde los valores que priman son la superficialidad y los estereotipos. Vivimos en un mundo donde el ser diferente te pasa factura, donde si tienes sentimientos te los hieren, donde al pensar diferente te marginan. 
Para empezar, estoy cansada de que tenga más mérito poseer un cuerpo bonito que poseer un mínimo de inteligencia y cultura. 
Estoy cansada de que al no cumplir los estereotipos de esta sociedad, al destacar por tener unos gustos distintos o no seguir unas estúpidas modas te anulen como persona. ¿Es que por escuchar un tipo de música u otro o preferir leer que salir de fiesta ya eres peor? No. 
Estoy cansada de encontrarme con personas que se creen superiores y te echan en cara todos tus defectos sin antes haber pensado en los suyos propios (que, por cierto, suelen ser bastantes, empezando por la falta de educación). Ni una nota más alta ni un móvil más caro hará que mejores como persona. Tampoco el liarte con todos los chicos del pueblo te hará más atractiva ni mejor en ningún aspecto, en todo caso te hará ser más facilona y más p... Pues eso. Estoy cansada de ver cómo todo el mundo confunde el amor con la atracción, cómo no se preocupan por los sentimientos y se hacen ciertas cosas simplemente por placer. 
Estoy cansada de ver a bellísimas personas sufrir, y todo por culpa de esta sociedad. Dichas personas se merecen lo mejor que la vida pueda ofrecer cuando, por el contrario, son tratados despectivamente. Estoy cansada de que estas personas se subestimen o crean que no están a la altura de las expectativas de la sociedad cuando realmente valen mucho más que todos esos prototipos inútiles. 
Estoy cansada de todos aquellos que apoyan esta sociedad porque, hablando en plata, es una puta mierda, y quien piense lo contrario está defendiendo todo aquello de lo que estoy cansada (y estoy segura de que no soy la única que lo está). 

En conclusión, todos deberíamos reflexionar y preguntarnos si realmente queremos seguir viviendo en una sociedad así o si queremos hacer algo para mejorarla si aún cabe esa posibilidad. 

martes, 23 de septiembre de 2014

Efectos secundarios

Y, ¿qué más podemos decir del amor?
El amor es una droga que, al igual que te convierte en la persona más feliz del mundo, te va destruyendo internamente, poco a poco. 
Provoca una serie de efectos secundarios: Hace que las noches sean más largas, frías y oscuras, que tu felicidad no solo dependa de ti, que tus pensamientos (tanto consciente como subconscientemente) se centren en una persona... Y, entre todos estos efectos (y muchos más que podrían ser mencionados), podemos destacar el miedo a perder algo que ni siquiera posees. Ese miedo irracional a que él desaparezca de mi vida, cuando yo apenas formo parte de la suya. 

Y es que, al estar con él, tengo miedo a parpadear, a despertar y que desaparezca en un sueño que se esfuma con el sonido de la alarma por la mañana. 

Tengo miedo a perderle. 

¿Qué es el amor?

"¿Qué es el amor?" - me preguntaron. ¿Amor? ¿Y quién sabe lo que es amor? 

Amor no es un simple sentimiento, ni un estado de ánimo, es mucho más, más allá de las palabras.
Amor es sentir mariposas, pájaros y dragones en el estómago cuando lo veo. 
Amor es verle sonreír. 
Amor es perderme en sus ojos, en el mar de su mirada. 
Amor es pensar en tenerlo tan cerca, y cuando se acerca, no poder articular palabra, simplemente sonreír, y sonreír tontamente al pensar en él. 
Amor es tenerle al lado y pensar "¿qué pensará? ¿Alguna vez habrá pensado en mí? No se imagina todo lo que siento, y lo especial que es para alguien, alguien como yo".
Amor es que coincidan nuestras miradas e intente apartarla rápidamente como quien no ha querido la cosa. 
Amor es pensar todo el día, consciente o inconscientemente en él y en su sonrisa. 
Amor es ruborizarme sin poder controlarlo, morir de nervios y felicidad a la vez. 

Pero amor también es llorar por la no correspondencia. 
Amor es inquietarse por saber lo que puede estar haciendo "¿y si se ha enamorado de alguien? ¿Y si está con ella?" 
Amor es morir de impotencia, querer decir y hacer tanto que al final se reduzca a escribir una mera nota en el móvil para intentar desahogarme. 
Amor es el deseo de querer entrar en su vida y poder conocerle. 

Eso es amor, la felicidad en la tristeza, la tristeza en la felicidad. 
Una sonrisa, un llanto. 

Y miles, millones de palabras que nunca serán pronunciadas.

Primera entrada

¡Hola, persona aleatoria! Si has llegado aquí, o bien me conoces y te he dado el enlace ooo... Los inescrutables caminos del destino te han llevado a este blog perdido entre páginas y páginas insignificantes. Pero este blog es diferente...

En este blog voy a exponer mis reflexiones, las reflexiones de una patata enamorada, con las cuales te podrás sentir identificado/a o quizás simplemente te hagan pensar un poco, que de vez en cuando no viene mal, ¿no?

Bueno, sin más dilación, pongo fin a esta entrada y doy paso a un nuevo texto... Espero que te guste o te dé algo sobre lo que pensar.